Cuando se habla de términos como éxito, riqueza, fama,
crecimiento y desarrollo, los asociamos a gente “diferente y mejor” sin
importar si somos de abajo o de arriba, es decir si esos términos son parte de
nuestra vida (arriba) o no lo son (abajo). Esta asociación de la mente suele ir
acompañada de la famosa frase: el fin justifica los medios, y si quiero conseguir
algo no importa lo que tenga que arriesgar y perder con tal de conseguirlo, y
ahí entra a jugar un importante papel los valores y principios éticos. Ninguna de
las anteriores asociaciones es correcta, pues cualquier persona puede tener
éxito, fama (…) y no hay necesidad de compararse ni culparse por ser de abajo o
de arriba (clasificación usada pero también incorrecta) pues todos venimos del
mismo punto y volvemos a lo mismo (nacimos y luego morimos).
Al relacionar lo anterior con la realidad colombiana se concluye que en algunas oportunidades gente
de “arriba” se cree mejor que todos los demás y con más “inteligencia” y
empieza a manipular todo lo que pueda con el objetivo de lograr determinada
meta (Algunos y no todos los de “arriba” son gente malvada). Por ejemplo un
Senador desea comprar los implementos básicos de un laboratorio de ciencias,
para 1 una institución educativa de cada pueblo de Colombia; pero a la hora de
conseguir el dinero necesario para tal fin, empieza a mentir, engañar, robar,
plagiar, entre cualquier otro acto incorrecto para lograr su objetivo, el cual no
le importa mucho y posiblemente no vea realizado en su totalidad. Este es un claro ejemplo de que el fin no
justifica los medios, y que aunque el país y todos los colombianos necesitamos
más oportunidades, más estabilidad económica, más justicia, entre otras cosas,
no es correcto vender los valores y principios para obtener eso. Inclusive es
posible cumplir las metas, proyectos, objetivos y sueños llevando de la mano
los valores y los principios, pues el placer debe estar dirigido por la ética y
los logros también.
(Aclaro que lo anterior está en contra de muchos políticos
porque la mayoría son malos y olvidan lo que es la política y la autoridad,
pero NO es generalizado a todos los políticos y dirigentes del gobierno
colombiano).
Usted se preguntará qué tiene que ver todo lo anterior con
el tema de este blog: La actividad científica en Colombia, y para
explicárselo le comparto que el
desarrollo de la ciencia y la investigación es tarea de todos los ciudadanos de
un país, pero está directamente dirigido y controlado por el gobierno (Los del
gobierno son parte de los de “arriba”), al ser este la autoridad reguladora, gobierno
que en el caso de Colombia ha vendido valores y principios por el afán y la
obsesión de tener más, pero ¿tener más de qué? Pues más dinero, más
reconocimientos internacionales, más desarrollo y crecimiento en todas las
áreas, etc.